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Maravillosa vida de gato (+18) oneshot

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Maravillosa vida de gato (+18) oneshot  Empty Maravillosa vida de gato (+18) oneshot

Mensaje por PieronoNeko Miér Abr 24, 2013 8:16 am

Advertencia: Lemon y nekos everywhere jijiji
Pareja: 96Neko y Len (viciada importante)
género: romance y...... sexo (?)
disfrutarlo!


Pov's Len:
Caía la noche. Mi amo de había ido de vacaciones sin mi. Camine ansioso por toda la casa, en la televisión habían dado tormenta, odiaba las tormentas. Truenos, ruidos... Paré en medio del pasillo, las orejas me caían de la preocupación, al igual que la cola, que colgaba sin vida propia.
Arrastré los pies hasta llegar a la pequeña estancia que mi dueño me asignó. Las paredes blancas daban sensación de amplitud y vacío, pero eso era por el escaso mobiliario, ¿Que puede necesitar un gato? Solo poseía una cama reconfortable y un cazo de comida con agua. Solté un suspiro, me subí al alféizar de la ventana y contemplé el cielo nocturno extremadamente encapotado. Poco a poco, la lluvia fue cayendo, humedeciendo las calles desiertas. El ruido rítmico, ese golpeteo suave y melodioso. Esa sinfonía que se unía con los latidos solitarios de mi pobre corazón de gato. Esta vida era triste, solo con mi amo... Cerré los ojos y apoyé el brazo en la rodilla doblada.
La imagen de aquel gato, Kuroneko se llamaba, apareció en mi mente. ¿Porqué? Por que él había sido el único que se acercó a mi sin importar la clase. Él, un sucio gato callejero, lleno de barro y de mirada carmesí, turbadora, excitante. Su cabello amarillo, no era rubio ni dorado como los rayos del sol al igual que el mío, aparecía, cubriendo su rostro, ocultando uno de sus ojos.

Pov's Kuroneko:
A buena hora empezaba a llover. Las gotas golpeaban el frío suelo de la acera, salpicando, haciendo chapotear mis pies en los pequeños charcos que se acumulaban desbordantes. Alcé la vista encontrándome aquel cielo, no había luna, las estrellas se ocultaban vergonzosas tras las densas nubes. Adoraba aquello, mi corazón latía emocionado. Pero un impulso nació en mi. Sin apenas controlarlo me vi corriendo, saltando de tejado a tejado, brincando y esquivando puntas, otros gatos enfurecidos. Las tejas resbalaban bajo mis botas, la lluvia empapaba mi rostro, pero tenía que verlo.
Encontré aquella ventana pequeña y lleva de luz, de paz que transmitía. Él, sentado en el alféizar, con una rodilla doblada, su brazo apoyado, tan interesante. Su mirada clara y celeste miraba nostálgica algún lugar, su corto cabello, recogido en una diminuta cola, caía dorado por su rostro diamantino, transparente, casi etéreo. Daba sensación de fragilidad, como si tocarlo lo rompiera, de porcelana.

Pov's Len:
Como podía aburrirme de tal manera en mi propia casa? Podía ser que echara en falta la presencia del amo? Solté un suspiro aborrecido que se plasmó en el cristal de la ventana creando algo con lo que distraerme durante un rato.
Comencé a mover el dedo, trazaba líneas incompresibles, cosas sin sentido. Con tranquilidad, sin prisa cuando, de pronto, la silueta de un sujeto se acercaba veloz a mi, solo guardaba la esperanza de que, el cristal, fuera lo suficientemente fuerte.
Cuando distinguí aquellas profundidades carmesí, los portales sangrientos a su oscura alma, temblé dejando que se me erizara el vello del cogote.
-Mierda Kuro! -grité intentando recobrar la compostura.
Ese estúpido no contestó. Me miró sonriente, con aquellos colmillos perfectos rozando su labio inferior, con la mirada divertida. Dejó caer el aliento en la ventana, imitando lo que yo había echo momentos antes, luego escribió sin dejar de mover la cola, fina y negra, de un lado para el otro, como un gato fiel y feliz: Ábreme Len, tengo frío.
Negué con la cabeza, el ladeo la suya y me miró suplicando: Len... Hace frío, estoy mojado...
Puse los ojos en blanco, me di la vuelta para marcharme, ese idiota no perturbaría mi tranquilidad. Pero el golpeteo de unas manos en el cristal, un profundo maullido de sufrimiento y aquellos ojos tristes y peligrosos me lo impidieron.
Movió los labios, pero sabía lo que musitaba: Len.
Solté un suspiro y abrí la ventana.
-Len!!! Gracias al cielo! Me estaba congelando -sin pedir permiso entró, intentó abrazarme pero, con elegancia y sutileza, lo empujé hasta que cayó en el suelo.
-No me toques- bufé.
Se levantó con lentitud y quejidos, masajeando sus cuartos traseros con esmero y dolor en el rostro.
-Len... Eres un bestia -gimoteo como un cachorro herido, haciendo una mueca tierna y linda.
Lindo. Mierda.
-El baño estaba ahí, verdad? -señaló la puerta pero no me dio tiempo a quejarme, me lancé para impedírselo pero su dedo cayó sobre mis labios silenciándome -shht, creo que debemos ir despacio querido Len, pero si quieres entras conmigo y nos duchamos juntos. Piénsalo! Tu me frotas y..... Yo te froto -rió pícaro.
Le aparté de un empujón y él cerro la puerta en carcajadas. Las mejillas me ardían, maldito gato!

Pov's Kuro:
El agua tibia caía por mi cuerpo, se deslizaba agradable. Hacía apenas unos meses solo podía soñar con ducharme, con disfrutar de aquella maravillosa sensación. Pero, cuando conocí a Len todo mi mundo cambió. Él, un gato elegante, de blancas orejas y cola a juego, suave y fina, con movimientos precisos, había hablado conmigo, no hizo caso de prejuicios, diversas clases sociales o que uno tuviera un amo que lo mantuviera. A cambio de una ducha caliente y un baso de leche, de vez en cuando, yo le daría mi protección, pero se la hubiera otorgado igual pues, desde la primera vez que lo vi, sentado ante aquella ventana y con aquella misma mirada que siempre tenía plasmada, supe que sería mío. Amor a primera vista? Puede. Juré no dejar que nadie le hiciera daño aunque me costara muchas noches bajo su ventana a la intemperie.
Cuando salí de la ducha, Len, me esperaba con un par de toallas dobladas sobre sus manos extendidas, ofreciéndomelas.
-Que amabilidad de repente -bromeé mientras cogía una.
Len apartó la mirada sonrojado.
-No lo creas -tartamudeó nervioso.
Con la toalla aun colgando en mis manos, mi miré con devota curiosidad.
-Estas nervioso? -ladeé la cabeza un poco confuso.
-Tá...Tápate haz el favor -insistió sin mirarme.
Solté una carcajada sincera. Aquel chico tan "rudo" se avergonzaba de verme desnudo.
-Te incomodo? -pregunté juguetón.
-Idiota! -las toallas cayeron al suelo cuando, Len, utilizó la mano para darme un empujón.
Sus mejillas brillaban y mantenía los ojos y puños cerrados con fuerza, los nudillos se teñían más blancos aun. Su delgado cuerpo temblaba.
-Vale, vale -dije mientras me envolvía en la toalla. -Ya puedes abrir los ojos Len, estoy vestido.
-Baka -girándose me insultó, pero era tierno.
Una luz azul nos iluminó las expresiones, la de Len era pánico puro. Se abalanzó sobre mi, entre mis brazos, temblando.
Todo sucedió muy rápido. El trueno rompió el cielo nocturno, fuerte, un torrente inagotable de ruido sordo.
-Len? -pregunté asustado.
Temblaba con violencia. Cuando el ruido cesó por completo se fue apartado con los ojos húmedos.
-Lo...lo siento -no me miró, estaba demasiado avergonzado.
-eeh... No pasa nada -me rasqué la cabeza y reí nervioso, que iba a hacer?
Otro relámpago. Len gritó, esta vez se zafó con fuerza a mi pecho desnudo. Me daba tanta ternura... Su olor dulce, olía a pino y libertad, sus manos acariciando mi piel, me excitaba. Lo apreté fuerte, rodeándolo por completo, apoyando mi frente sobre su cabello. Pino... Libertad...Len.
-Tranquilo, ya pasó todo -Intenté tranquilizarlo. -Esta vez solo fue un relámpago.
-Cierra la puerta, por favor -suplicó con la voz quebrada.
-Esta bien.
Pero, cuando me zafé de su agarre me cogió la mano lloroso.
-No me dejes solo -parecía un niño pequeño.
Miré la distancia que había hasta la puerta. Estiré la pierna, la golpeé. Al cerrar sonó sorda.
-Ven aquí -le abracé mientras lo mecía en mis brazos, sentados en el suelo.

Pov's Len:
Era consciente de mi comportamiento infantil. Del miedo irracional que me recorría y paralizaba.
Pero también lo era de la agradable sensación que suponía estar entre aquellos brazos. Por alguna razón me sentía a salvo, no por que él me protegiera de otros animales, no, me sentía así por un motivo completamente desconocido en mi interior. Algo se movía cada vez que me tocaba, se accionaba esa parte del cerebro, eso que llamamos "deseo".
Mis dedos recorrieron inconscientes su pecho, su suave piel perlada por pequeñas gotas de agua. Su cabello húmedo pegado al rostro, sus ojos... Como podía caber tanta belleza en dos abismos carmesí? Lo noté temblar bajo mi caricia.
-Len...-ronroneó un poco molesto.
-Perdona -retiré la mano e intenté levantarme.
La tormenta parecía alejarse y me estaba incomodando en sus brazos. Parecía que no deseaba que le tocara, que le asqueaba.
Pero, al intentarlo, me lo impidió.
-A donde te crees que vas? -lo miré, me lo preguntó con los ojos cerrados, el rostro sereno y el pecho rítmico.
-No me gusta que me abraces Kuro -mentí. -Maldito gato callejero... Solo quieres aprovecharte de mi -protesté casi gritando.
-Sí
-Eh?
No supe reaccionar. Con un movimiento brusco me tiró sobre sus labios. Las gotas se deslizaban por ellos mientras los movíamos juntos. Por que seguía el beso? Posé la mano en el pecho y me aparté fingiendo molestia.
-Que haces baka!? -grité sonrojado.
Me había gustado! Me había.... No podía ser...
De nuevo, de nuevo sus labios. De nuevo mi cuerpo vibró. De nuevo nuestras lenguas se encontraron. Danzábamos bailes prohibidos, nadábamos en aguas peligrosas. Mis manos sentían el calor de su cuerpo, los latidos relajados de su corazón.
Las suyas sujetaban mis caderas. Sus piernas me aprisionaban, pero yo no deseaba ir a ningún sitio.
-Len... -susurró relamiendo mi labio inferior, lamiendo mi lengua.
-Ba...baka -lo necesitaba.
-Tu cuerpo responde -rió bajando una mano y rozándola contra mi miembro.
-Mentira! No me gustó! -mentía.
Se sentía bien. De mi boca salían gemidos, quería más, era innegable.
-No seas cabezón, te amo Len, reconoce que tu a mi también.

Pov's Kuro:
Mis palabras le pillaron con las defensas bajas. Tembló nervioso.
-Baka! Que dices!? -pero sus intentos por zafarse de mis brazos eran inútiles.
-Len, mira -bajé la mirada hasta donde mi mano lo rozaba por encima del pantalón.
Estaba erecto. Incómodo.
-Suéltalo! -gritó asustado.
-Len, no seas idiota -insistí apurado. Mi miembro se tensaba ansioso.
-Kuro! No sabes lo que estas... Aaah -metí la mano por el interior de su pantalón.
Suave, perfecto, húmedo. Palpitaba ansioso de más, de mi. Sus labios decían algo que su cuerpo no podía ocultar, respondía a mis caricias.
-Disfruta -susurré en su oído. Se estremeció.
-No puedo! -estaba tan nervioso...
Comencé a mover la mano. Empezó a jadear cerrando los ojos. Su espalda se arqueaba ligeramente.
-Dime si quieres que pare... Quieres? -pregunté juguetón, pero lo disfrutaba, solo quería que se diera cuenta. -Si quieres más debes aceptar todo lo que eso supone -advertí.
Se hizo el silencio, mi mano se movía cada vez más lenta, combinando movimientos. Cuando era rápida el gritaba, gemía, cuando eran lentos me miraba ansioso. Paré.
-No! Yo.... -tragó saliva.
-Entiendo -le besé.
Mi mano se seguía moviendo, rápida y veloz, mis labios devoraban la calidez de los suyos, mientras ejercía fuerza con mi cuerpo para recostarlo en el suelo, quedando yo encima.
-Ku...Kuro -murmuró cuando separamos los labios.
Sus mejillas estaban teñidas de rubor, sus ojos brillaban deseosos. Sonreí y mordí el lóbulo de su oreja.
-mmm Kuro -repitió en gemidos.
-Me encanta oír mi nombre de tu boca -mi lengua recorrió sus labios, con la mano libre se la abrí y él sacó la lengua. Se rozaron, movía la mía sobre la suya, lamiendo todo lo que podía, lamiendo aquella lengua que era mía.
Se corrió en mi mano. Lo incorporé un poco y metí los dedos manchados de su esencia en su boca, los lamia con maestría. Estaba muy duro...
-Eres un buen chico, Len -sonreí.
Saqué los dedos y su pantalón. Me deshice de sus prendas superiores y comencé a besar su cuerpo desde el pene, siguiendo por su abdomen ligeramente esculpido, mordiendo sus pezones, deleitándome con sus sonidos, besando sus labios. Sin apartar la mirada de sus ojos cautivadores metí los mismos dedos, que el había probado minutos antes, en la boca, mojándolos para que todo fuera más fácil.
Bajé seductor, rozando la yema por todo su cuerpo, hasta llegar a su trasero, donde introduje uno.
-Kuro! -gritó moviendo las caderas.
Empecé a moverlo en su cómodo interior. Sudábamos.
-Eres insaciable -reí.
-Como pares te arrancaré la cabeza -amenazó. Introduje el segundo dedo y el arqueó la espalda.

Pov's Len:
Lo notaba, notaba como se movía, primero uno, luego dos. Solo podía sentir placer y una extraña calidez apaciguadora en mi pecho.
-Te lo haré todas las noches, Len -dijo sin antes besarme en los labios.
Me temblaban las manos pero agarré la toalla y la quité en un movimiento maestro. A la mierda todo! Él, ese gato negro estúpido, era mío, solo mío.
Lo empujé cayendo de espaldas, con elegancia me coloqué encima. Estaba asombrado. Lindo.
-Len? -preguntó confuso.
Observé su miembro erecto, era rosado y majestuoso, era mío.
-Esto -lamí la punta -Esto es solo mío -el temblaba. Lo agarré con la mano y empecé a moverla -solo para mi uso y disfrute exclusivo y personal -aclaré.
-Le...Len -cerraba los ojos, apretaba los párpados con fuerza. Respiración agitada, pecho irregular, excitado, sonrojado, todo lo que yo había experimentado momentos antes. -Voy a...
-De eso nada -sonreí de medio lado.
Solté la mano. El parecía rendido. A horcajadas, y con un dolor punzante, introduje su miembro en mi interior, sentándome encima. Lentamente.
-Aah... Se siente bien -dije cuando mi trasero se acostumbró.
Me tumbé sobre su torso, con su pene aun dentro de mí. Repté un poco como el lindo gatito que era y lo besé. Entonces empecé a mover las caderas, mirándolo a los ojos, fijamente.
Pero solo duró un poco pues, impaciente y ansioso, con ansia de dominación, cambió las tornas. Enredé las piernas en sus caderas, obligándolo a moverse rápido y veloz. Sentía que rompía, que todo dejaba de importar.
-Voy a correrme -dijo con esfuerzo.
-Dentro de mi -ordené, al fin y al cabo era un gato mimado.
Sonrió, luego nuestros rostros tornaron en una mueca de extremo placer, explotando en el éxtasis del sexo.
Gemimos, gritamos, nos vaciamos. Aun tenia las uñas clavadas en su espalda.

Pov's Kuro:
Len. Un gatito insaciable e indomable, excitante.
-Te amo, Len -confesé otra vez mientras lo cogía en brazos.
Las piernas le colgaban débiles, su mirada era plenitud.
-Eres mío -contestó cuando lo acosté entré sus sabanas de seda. Me agarró y tiró en la cama. Le abracé dejando su cabeza en mi pecho, ambos de medio lado. -Solo mío -repitió.- Te quiero.
Cerramos los ojos. Sentía su delgadez, su perfección bajo mis manos.
-Una cosa... -había algo que me inquietaba.
-Dime.
-Se supone que somos pareja? -pregunté intentando confirmarlo, pero sabía lo que me iba a responder, y eso era lo que temía.
-Baaaaka, claro que no -rió divertido. -Eres mi esclavo sexual, ya lo sabes.
Solté una carcajada. Era lo que me tenía. Pero también conocía a ese gato majestuoso. Sabía que me amaba, que no me abandonaría nunca, y yo no lo haría.

Pov's Len y Kuro:
Juntos. Nuevo. Cálido. Mío. Nuestro.


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